Pacho, un joven de 19 años que ha tenido que vivir los flagelos del conflicto armado, pero que a pesar de esto tiene un puñado de sueños por realizar, oriundo de Puerto Concordia, un pequeño municipio del Meta, es el menor de siete hermanos, aunque sobre su familia dice que es disfuncional, pues no son unidos, y aunque se siente el “punto aparte y diferente” los extraña.
Pese a que a sus 9 años sufrió su primer trauma emocional al ver como los grupos al margen de la ley decapitaron 24 niños y a los 14 fue secuestrado, afirma que lo único que desea es poder regresar a su tierra y aporta un granito de arena para que nadie tenga que sufrir lo que él vivió.
“Fui un líder siempre en mi pueblo, he trabajado para que los niños de mi municipio tengan una vida diferente a la mía, considero que la educación es lo único que hará que mi municipio y Colombia cambien, siempre es mejor pelear con argumentos que con balas”, afirma Pacho.
Con tres mudas de ropa en una maleta y lágrimas rodando por sus mejillas, hace año y medio este joven tuvo que huir de su pueblo dejando atrás su terruño, a su madre y los recuerdos buenos y malos de su infancia; sin imaginarse que en el SENA descubriría su amor por el campo y en los encuentros de la oficina de bienestar de la Institución se revelaría su potencial como orador.
Puerto Concordia es un pequeño municipio ubicado en la parte sur del departamento del Meta ha sido escenario de múltiples asesinatos, secuestros y violaciones de Derechos Humanos. La actividad de las FARC ha sido visible en este territorio haciendo presencia con el frente 7 en el 2012 y el Bloque Meta a comienzos de 2013 con un aproximado de 50 hombres. De acuerdo a la prensa local este grupo se ha ido debilitando tras haber dado de baja a alias ‘Monstrico’, ‘Flaco Fredy’, ‘Calamisco’ y alias ‘Pijarvey’.
Pacho quien tuvo que vivir en carne propia este flagelo y a quienes muchos miran como una víctima ha logrado huir de sus miedos, él los enfrenta, aunque le han dejado secuelas, encontró en la oratoria la manera de contar su historia, canalizar los malos episodios vividos, demostrando que lo importante no es caerse, si no como levantamos ante las adversidades. Hoy Pacho* es campeón departamental en el Meta en esta modalidad y va por más.
“Poder estar en un escenario donde uno se conecta con el público, donde se es el centro de atención y saber que cuando hablo lo hago en nombre de miles de personas de mi pueblo que han tenido que vivir el mismo sufrimiento, esto me hace soñar con regresar para trabajar por mi comunidad, para mostrarle a las nuevas generaciones que hay caminos de bien, que todo es parte del esfuerzo de nosotros”, resaltó, Pacho.
La líder de Bienestar del Centro Agroindustrial del Meta, Gladys Gutiérrez, reconoce en Pacho una persona sensible, líder y optimista que no se ha dejado derrumbar por las adversidades que la vida le ha venido presentando, que ve como él se convierte en la voz de muchos que callan por miedo.
En sus ojos se ve la crudeza de la violencia y su forma pausada de hablar se puede reconocer lo difícil de dejar atrás lo que se ama. Él se ha tenido que acostumbrar a que desde el 2015 el SENA es su nuevo hogar el cual por su situación no puede abandonar ni los fines de semana, la experiencia de vivir interno le ha permitido conocerse, hacer nuevas amistades y ver en la psicóloga una mamá sustituta.
“La psicóloga, Gladys Gutiérrez, ha hecho muchas veces de mi mamá, me aconseja y hace que no desfallezca en mis metas, al igual que el apoyo de muchos compañeros e instructores; ellos son el fiel reflejo que las personas que hacen parte de la institución, son de un gran corazón, con esto veo reflejado porque somos la institución más querida por los colombianos”, reafirmó “Pacho”.
Historias que se tejen a partir de un cruda realidad nos encontramos a diario, por su parte Pacho espera en cuatro meses lograr ser Tecnólogo en Producción Agrícola, entrar a la universidad y poder en un futuro cercano retribuirle a la vida las cosas buenas que esta le ha dado con actos que siempre lleven un mensaje de paz, reconciliación y perdón.
Este aprendiz del Centro Agroindustrial del Meta, hoy es uno de los más fuertes oradores que tiene el SENA- Regional Meta, espera traerse la máxima distinción del encuentro que se realiza sobre paz en la ciudad de Bogotá, donde estará hablando de paz y posconflicto, siempre esperando ser recordado como un ejemplo para miles de chicos que a veces creen que no hay una segunda oportunidad.
El Meta ha sido uno de los departamentos que más víctimas ha puesto en el conflicto entre guerrilla, paramilitares y fuerza pública.